Diego Rivera nació el 8 de diciembre de 1886 en Guanajuato. Tenía diez años cuando su familia se trasladó a la Ciudad de México, en donde inició sus estudios de pintura en la Academia de San Carlos. Una de sus primeras influencias fue la del grabador José Guadalupe Posada, quien administraba una imprenta cerca de la escuela de Rivera.

En 1907, Diego viajó a Europa para continuar con sus estudios de arte. Ahí buscó imbuirse de las vanguardias artísticas e incluso logró relacionarse con grandes artistas como Picasso y Modigliani.

De vuelta en México, Rivera retomó las tradiciones indígenas y con la técnica europea impregnó sus obras de gran mexicanismo. Comenzó a crear su propio estilo, el cual marcaba un especial interés por la lucha de clases y el folclore del pueblo.

Comenzó su primer mural en el Anfiteatro Simón Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria, y a éste le siguieron las pinturas y murales del Palacio de Cortés, en Cuernavaca; el Palacio Nacional, de la Ciudad de México; el Teatro de los Insurgentes; y la Escuela Nacional de Agricultura, en Chapingo.

En 1929, se casó con la famosa pintora Frida Khalo, quien fue una de las cuatro esposas que tuvo, pues fue un hombre asediado por las mujeres, muy a pesar de su evidente falta de atractivo físico, mismo que le valió el apodo de “sapo-rana” por parte de Frida.

Sin lugar a dudas, Diego Rivera fue uno de los artistas mexicanos más universales, que dejó su principal legado en las obras que se encuentran en la Casa Azul, el Museo Dolores Olmedo y el Anahuacalli. Murió el 24 de noviembre de 1957, en su casa de San Ángel Inn, hoy el Museo Casa Estudio Diego Rivera.

Referencias
México en el Mundo de las Colecciones de Arte. Ida Rodríguez.
Pintura Contemporánea de México. Luis Cardoza.

Referencia de Imagen
Museo Anahuacalli.